EL RINCON DE CHEMA

Lo cotidiano en esta época del año es la alternancia de días lluviosos o con niebla,es lo que llamamos los días grises,apagados,en los que no te apetece salir a la calle y tienes un malestar generalizado.Pero esos días grises también tienen un encanto especial si se vive en una zona donde el gris se transforma en un ónice de bellos colores que alegran la vista y el alma,combirtiendo el frió en algo mas llevadero,es lo que tiene el otoño,que por cada estampa de lluvia te recompensa con otra de alegres imagenes.

Estamos tan acostumbrados ha ir corriendo a todos lados para poder  llegar a tiempo,que cuando llegamos a un pueblo donde todo es silencioso,tranquilo y encima el reloj esta parado,es una experiencia tan nueva, que por un momento te olvidas de todos los problemas.